[...] cuando nuestra concentración alcanza su punto culminante [...] ya no la podemos diferenciar de la desconexión mental, y al revés: la desconexión extrema de la mente da paso a un estado hipnótico. En este aspecto, cuando nos vendamos los ojos, nos acercamos bastante a la situación alcanzada por la meditación trascendental. Desde esta perspectiva podría explicarse sin grandes dificultades la veneración casi religiosa de que disfruta el medio “cero”: significa la aproximación técnica al nirvana. Podemos afirmar, por lo tanto, que el televisor es la máquina budista.
martes, 20 de febrero de 2007
¿la televisión como nirvana? (2/4)
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