lunes, 26 de febrero de 2007

adultos...


Capítulo XII

El siguiente planeta estaba habitado por un bebedor. Esta visita fue muy corta, pero suscitó en el principito una gran tristeza.

- ¿Qué haces aquí? –dijo al bebedor, al que encontró sentado en silencio delante de una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas.

- Bebo –respondió el bebedor en un tono lúgubre.

- ¿Por qué bebes? –preguntó el principito.

- Para olvidar –respondió el bebedor.

- ¿Para olvidar qué? –preguntó el principito, que ya empezaba a comprenderlo.

- Para olvidar que siento vergüenza –confesó el bebedor agachando la cabeza.

- ¿Vergüenza de qué? –inquirió el principito, que quería ayudarlo.

- ¡Vergüenza de beber! –concluyó el bebedor, que se encerró definitivamente en el silencio.

Y el principito se fue perplejo.

“Desde luego los adultos son muy, muy raros”, se dijo a sí mismo durante su viaje.

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