jueves, 21 de diciembre de 2006

amar el amor, no a quien me lo trae





[...] es mi deseo lo que deseo, y el ser amado no es más que su agente.

[...]

Y si un día llega en que me es necesario renunciar al otro, el duelo violento que me embarga entonces es el duelo de lo Imaginario mismo: era una estructura querida y lloro la pérdida del amor, no de tal o cual.

Fragmentos de un discurso amoroso, Roland Barthes

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